Sus primeros dientes. Cap. 2

por Clínica Such Salud dental

Ojo con los analgésicos

El proceso de dentición es muy largo. Tanto es así que es posible que hasta los 36 meses no aparezca la última pieza. Durante este tiempo, los padres no cesan en la búsqueda de soluciones que pongan remedio a las molestias, grandes o pequeñas, y proporcionar bienestar al bebé. Pero ten presente que no es aconsejable abusar de analgésicos convencionales para un período tan extenso. Un paracetamol puede ser útil en momentos muy puntuales para tranquilizarle, pero su organismo es demasiado débil para sobrecargarlo con medicación durante un periodo largo de tiempo. Su organismo y muchos de sus órganos están aún madurando y podrían verse perjudicados por un inadecuado uso de fármacos. Una adecuada aplicación de remedios caseros, como el uso de mordedores o la aplicación de frío, también son eficaces y no tienen efectos secundarios.

Babea y muerde

Las pistas más comunes de la aparición de los dientes son una mayor producción de babas y una tendencia a morderlo todo. Si tu bebé mordisquea tu mano o la esquina de una mesa, no te sorprendas, son señales de que pronto vas a ver aparecer unas pequeñas manchitas blancas emergiendo en sus encías. A partir de ahí, el ritmo en el que vayan apareciendo las piezas dependerá del propio bebé y también, en gran medida, de su carga genética, es decir, de lo que a vosotros mismos os pasara en vuestra infancia. Cuando ya tenga seis u ocho dientes en su lugar es aconsejable que visitéis al dentista para poder detectar a tiempo posibles problemas y recibir consejos sobre el cuidado preventivo de su dentadura.

Trucos para minimizar la crisis

  • HIGIENE. Limpia regularmente su cara y su cuello con un paño suave para quitar el exceso de babas y evitar la aparición de un sarpullido. No esperes a que se le irriten las mejillas y la barbilla para aplicarle una crema protectora facial.
  • LIMPIEZA. Pon una tela, una toalla o un pañuelo sobre la parte alta de su cuna para absorber las babas mientras duerme. Su piel te lo agradecerá y te ahorrarás tener que cambiar las sábanas cada día.
  • ENTRETENIMIENTO. Proporciónale objetos que pueda morder. Los mordedores son útiles, pero evita que contengan líquido con el que pudiera atragantarse si se rompen. Lávalos con regularidad y nunca le ofrezcas algo que se pueda desmontar, romper o astillar, como el plástico rígido.
  • ALIVIO. Frota suavemente sus encías con un cubito de hielo envuelto en un pañuelo o, simplemente, masajéalas con tu dedo limpio.

AYUDAS COMPLEMENTARIAS. Algunos remedios como la Camomila pueden aliviar sus molestias. De todos modos, antes de dárselos, consulta con un profesional.

Preguntas y respuestas

¿Es malo que tenga las piezas muy separadas?

No. Cuando los primeros dientes salen muy separados son poco estéticos, pero, por el contrario, favorecen mucho la colocación de las segundas piezas.

¿Es posible que alguna no le salga?

Hay veces que, por razones de tipo congénito, pueden faltar dientes. Es lo que se conoce como agenesia dental y puede manifestarse en la primera dentición con la ausencia de uno o más dientes. También puede ocurrir que alguno salga con algún defecto estructural o anatómico, aunque son casos muy poco frecuentes. En esas circunstancias es preferible consultar con el especialista.

¿Cuándo se debe empezar con la higiene dental?

Desde el momento en que tiene dientes. Cuando salen los primeros incisivos es bueno limpiarlos después de las comidas con una gasa o un bastoncito de algodón mojado con agua. A medida que el número de piezas aumenta, hay que repasar los dientes con un cepillo de cerda muy suave y cabezal pequeño, especial para los primeros años, después de las comidas y sobre todo por la noche. No se recomienda el uso de pasta dental antes de los tres años.